Capitulo #4 "No juzgues a un libro por su portada"

No me di cuenta lo rápido que había sido el trayecto desde la plaza, hasta que estaba aquí, parada frente un montón de estudiantes que parecían ignorarme. Fui directo hacia la misma banca del patio trasero, seguramente ahí podría tan siquiera verlo…

En mi camino tropecé con Peter. Lo reconocí por su inconfundible perfume.

—Jenyfer, te he dicho antes que tengas mas cuidado… -me sonrió.

—Me he despistado… -baje la mirada.

—Lo noté. –dijo mientras soltaba una risita.

—Es grosero reírte… - me trabe, lo vi-. Perdón, otra vez me…

—Otra vez te has despistado –rió. Se callo durante dos segundos y siguió-. Te tengo que dejar, Jenn… ¿Te puedo decir Jenn?

—Si, claro…

—Entonces me voy… Tengo un trabajo demasiado difícil que hacer y no quiero perder.

—¿Perder que? –pregunte. Me confundí ante su comentario anterior.

—Competiré contra el chico nuevo de mi clase… -parecía algo enojado.

—¿En que competirán?

—Tenemos que llevar un guion teatral. El guion que gane, será representado en la asamblea de octubre en la universidad. –Y parecía muy entusiasmado. Siguió-. Te veo después, Jenn.

Admito, una conversación con Peter podía relajarte, era tan sencillo.

Recordé a lo que venia. Tenia un pequeño plan, saque algunos libros de mi mochila… Camine hacia donde iba David, me adelante en su camino y tire mis libros a propósito. Vi como se acercaba a ayudarme…

—Gracias. –dije cuando me entrego el último libro.

—Parece que eres demasiado despistada, ¿cierto? –dijo en tono serio.

—Se me han caído por accidente… a cualquiera le pasa. –trate de sonreírle.

—Pero no tan a menudo como a ti… -dijo en tono serio. Se estaba burlando de mi.

—Esta bien, David, tu no eres perfecto… -replique un poco enfadada.

—Y por eso mismo pongo mas atención a lo que hago… -me había ganado.


—¿Sabes?, pensé que eras diferente… -dije muy seria esta vez.

—Pues nunca juzgues a un libro por su portada… Cuando te busque para devolverte tu libro, yo no estaba tratando de darte una buena impresión, solo me diste lastima…

—Eso lo tengo claro. –me voltee para seguir mi camino.

Voltee. Él había desaparecido. Me pareció imposible, pero así había sido… Fue desconcertante. Un mareo interrumpió mi concentración en… lo que sea que estaba pensando antes.

Tome la decisión de ir a casa de Anna.

Había olvidado que ella seguramente todavía seguía aquí. Me regrese a la preparatoria y empecé a buscarla. O se la trago la tierra o ya estaba en camino a su casa.

Cruce la calle, pare un taxi y le dije la dirección al chofer. Ahora empezaba a sentirme mal. La luz del día brillaba con intensidad; tape mis ojos con mis manos, solo quería llegar hasta mi destino.

Una imagen paso por mi mente como un rayo. Era yo de pie en un prado rodeado de arboles grandes. Podía ver la niebla en aquel lugar que rodeaba el prado, parecía ser un bosque. Sentí la presencia de alguien detrás de mi, voltee instantáneamente… algo había se había desvanecido.

Siempre era un sueño diferente, eso hacia mas complicada la situación.

Sentí un golpe en la cabeza. Abrí mis ojos… Habíamos chocado contra un carro rojo. Agarre mi mochila y salí rápidamente del auto. Corría velozmente entre toda la gente que se había juntado ahí.

Seguí corriendo hasta que vi una calle antes la casa de Anna. Me acerque trastornada hasta la entrada.

Todas estas emociones que había juntado en el trayecto quería desahogarlas… Alguien abrió la puerta. Vi que era Anna; me abalance sobre ella y la abrace. Solté en llanto, como nunca antes lo había hecho.

—¿Qué te paso, Jenny? ¡Cuentame! –pregunto casi gritando Anna.

—No es nada, choco el carro en donde venia y me he asustado mucho. Y… -pare. No estaba dispuesta a contarle sobre la imagen o el sueño que había tenido hace unos
momentos.

—¿Y que?... Otra vez ese sueño, ¿cierto? –ella sabia que era lo que pasaba con cada expresión en mi cara. Al igual que yo sabia cuales eran sus estados de animo con cada peinado en su pelirrojo cabello, por no decir que era un poco naranja. Lo cierto es que no sabia si en realidad era un sueño...

—Si, pero… eso ya lo he superado.No tienes que preocuparte por eso… -dije lo mas convencida que pude.

—Ven, pasa… -dijo.

Entre a su casa. Subimos hasta su cuarto… Ella saco un par de revistas.

—¡¿Quién es, Anna?! –grito la madre de Anna desde abajo.

—!Es Jenyfer! –grito Anna-. Ahora cuéntame…

—De acuerdo… me regrese a la preparatoria para ver si te podía encontrar ahí,
después cuando no te encontré tome un taxi hasta aquí… El taxi choco contra un carro. Y ahora estoy aquí. –había solo contado la parte buena.

—Esa no es toda la historia…

—Lo se, pero… ya no quiero seguir atormentándote con lo de mis sueños…

—Jenn, tienes que admitir que no es normal. No es un simple sueño…

—Claro que lo es y no se hable mas del tema… -sentencie. Me pare y me vi en su espejo, tenia algo de sangre en mi frente. Justo donde me había golpeado.

—Bien… no te seguiré molestando, pero es solo porque lo pides tu.

—Ya te dije que no hay nada de que preocuparse… ¿Tienes algo para limpiarme? –quería limpiar la sangre en mi frente.