Capitulo #9 "¿Celos?"

Reaccione del trance que me había hecho sentir David. Parpadee varias veces rápidamente y voltee hacia Peter.

—¿Qué pasa, Jenyfer? –pregunto Peter.

—Nada…

—¿Estas saliendo con él? –me interrumpió. Tal pregunta me dejo en seco. No es que no supiera la respuesta, la cual era no, es solo que ¿acaso parecía que David me atraía?

—¡Claro que no! –respondí después de dos largos segundos.

Él solo pareció sospechar de mi respuesta. Me importaba lo que él pensara, así que solo agache la cabeza. Empezó a caminar.

—¿Vienes?

—Claro. –lo seguí.

Caminamos hasta un restaurant cerca de la escuela. Sin hablar, ni siquiera dirigir una mirada. Pensé tal vez que el estaba guardando la conversación… preferí dejarlo así.
Con Peter me sentía muy diferente. Nos sentamos en una mesita para dos cerca de la entrada.

—¿Qué ordenaras, Jenyfer? –preguntó.

—Hmm, un cappuccino.

—Buena elección. –rio entre dientes.

—Gracias…-pare.

—¿Qué ordenaran? –pregunto el mesero.

—Un cappuccino y un mocha –dijo Peter.

El mesero se fue y nos dejo solos.
No había algún tema de conversación del cual quisiera hablar con él. Estaba empezando a aburrirme mas de lo que estaba en mi casa, y no había mucha escapatoria. A menos que “alguien llamara” a mi celular, el cual no traía. En estos momentos tan insignificantes es cuando piensas sobre lo pudo haber pasado o puede que pase. Ya saben, tonterías. Y eso es exactamente lo que me estaba ocurriendo ahora, pues me imagine sonriéndole tontamente a David mientras él se acercaba a ¿besarme?

Al poco tiempo estaba parada frente a la puerta de mi casa. Que rápido había pasado todo. Se supone que debería estar contenta por ir a tomar un café con el chico que desde hace tiempo me atraía pero la verdad, era que no había podido dejar de pensar en David y en la extraña manera en que me miro cuando me vio con Peter. Eso es lo que tenia en confusión a mi cabeza…

Corrí hasta mi habitación esperando no encontrarme con algunos de mis padres o Lucy. Entre a mi recamara y vi a quien no me esperaba encontrar.

—¡¿Qué diablos haces aquí?! ¡Me meterás en problemas! –le grite en su rostro a David.

—¿Qué hacías con él? –me pregunto como si fuera mi padre, de manera posesiva.

—¡¿Con quien?! –sabia a que se refería.

—¡No me evadas Jenyfer! Te vi con Peter…

—Ah, con él. ¡A ti que te importa! –le escupí en su cara las palabras.

Se quedo callado. Tal vez escondía algo que yo no debiese saber. O mejor, tal vez escondía algo que no quería decirme aunque debiese saber. Todo esto era una maldita locura. No sé si en este preciso momento estaba enamorada o ¿qué? Debía aclarar los sentimientos que creía sentía por él. Como sea, aun sigo sorprendida por haberle contestado tan rápido y no tartamudear… Creo haber dicho que David era muy guapo. A cualquier chica le pasaría eso. Por alguna razón no fue así conmigo.

—¡Vete de aquí David! –le grite. Ya no me importaba si alguien me escuchaba, creo que estaba enojada. Pero ¿como podía enojarme con tan hermoso hombre? ¡BASTA!

—No. –contesto.

—¡Esta es mi casa, te ordeno que te vayas!

—Oh, ¿enserio? –empezó a acercarse a mi. Su cuerpo estaba a escasos centímetros del mío.

Empecé a caminar hacia atrás, mientras él seguía hacia a mi. Justo cuando llegue a la pared subió sus brazos. Me tenia aprisionada, y yo sin poder esquivarlos de alguna forma, me tuve que resignar a quedarme ahí-. ¿Qué hacías con él Jenyfer? –me lo había preguntado de una manera tan apacible que mi boca se abrió queriendo besarlo.

—Fui a… -veía tontamente la apetecible forma de sus labios.- A… un café.

Al menos pude soltar unas cuantas palabras. No estaba tan perdida. No aun…

Bajo sus brazos y tomo mi cintura con sus dos manos. Mi corazón palpitaba tan rápido como para salirse. Pensé en este momento que tal vez mi piel no iba a ser tan resistente para aguantar tales latidos.

—Gracias, eso es todo lo necesitaba saber… -se despego de mi y se volteo. ¿Eso fue todo? Ningún beso…

Me quede estupefacta. Comenzaría a hablar cuando él, de una ágil manera se volteo, volvió a tomar mi cintura y me besó.

El beso se prolongo haciéndose más apasionado. El saboreaba mis labios así como yo los de él.
Sé que soy distraída, pero ahora un minuto después de que empezamos a vernos, me doy cuenta que ni siquiera fui consciente de cuando había cerrado mis ojos. Esperaba que el también los tuviera así. Me daba abrir los míos. ¡Diablos, este hombre besaba divinamente bien! No salvajemente ni nada de eso, aunque admito que eso hubiera estado bien, pero este beso tiernamente apasionado era el mejor que había probado en la vida.
Subí mis brazos hasta abrazar su cuello. Él me apretó mas junto a su cuerpo. Admito que había una sensación de que una corriente eléctrica atravesaba nuestros cuerpos, diciendo algo parecido a “son el uno para el otro”… Por mi falta de experiencia en el ámbito amoroso, no supe a que se debía este tipo de experiencia y sensación.

El se detuvo lentamente. Abrí mis ojos, mientras él ya los tenía abiertos. Sonrió tiernamente y beso mi frente. Sentí que daba la vida por su hermosa sonrisa. Era una sonrisa indescriptible, sus labios la torcían haciéndola verse como un preciado tesoro.


Dedicatoria