—David ¿qué haces aquí? –pregunté un tanto exasperada.
—No lo sé…
Suficiente, ¿cómo que “no lo sé”? ¡Que idiota de su parte! Mi cara tenía una expresión de desesperación, pero al mismo tiempo había una marca de “atontada” en mi frente. Su belleza era obviamente el objeto de mis idioteces.
—Ven conmigo –lo tomé de la mano.
Subimos rápido las escaleras y nos internamos en mi habitación.
—David, estoy… -dudé-. Estoy tan cansada de tus actitudes tan raras. Cuéntame ahora qué pasa
contigo.
—Jenyfer, te he dado miles de señales que siempre que te busco es porque en realidad lo siento dentro de mi… lamentablemente no puedo contestar tu pregunta de “por qué”. Escúchame –dijo pareciendo sincero.
—No David, no quiero escucharte. Si lo hago caigo, lo sabes. Vete por favor.
David salió enojado de mi habitación, dejó su esencia. Su aura de misterio casi vampirico solo me hizo dudar acerca de…
¡Alto!
Él no es un… un vampiro ¿o sí?
La sola idea resopló en mi mente con tanta seriedad, pero después de varios segundos mi risa me hizo reaccionar. Claro que no, eso está más que puesto que no existe. Madura Jenyfer, me dije al mismo instante que golpeé mi cabeza con mis manos.
***
Me recosté en el sillón en frente de mi gran televisor de pantalla plana y lo encendí. Cambié de canal unas mil veces sin encontrar algo que llamara mi atención. Supuse que iba a ser que iba a ser difícil concentrarme en una caricatura o una película….
Dejé de aplanar el botón del control del televisor.
Mis ojos decían duérmete, pero mi mente solo estaba preocupada por mis tareas pendientes.
Decidí darme un pequeño descanso, y dejé envolverme en mi sueño.Estaba en una especie de jardín sombrío. Parecía más bien un laberinto con rosales rojos… era lo único que resaltaba, lo demás estaba “pintado” en distintos grises.
El miedo llegaba desde la punta de mis pies a mi cabeza. Corrí. Ni siquiera sé por qué lo hacía, lo único era que debía hacerlo… o morir.
Volteé hacia atrás. Nadie.
Volteé hacia adelante. Un hombre de negro. Como un demonio, como un fantasma. Mi sentido común no me hizo alejarme, al contrario, tenía curiosidad de verle la cara al ser que hace de mis noches una pesadilla. Me acerqué lo más que pude teniendo en cuenta que él podía muy bien atacarme en cualquier instante. El momento se hizo intenso, dudé en acercarme.
Estaba a punto de llegar hasta él, pero se desvaneció frente a mí.
Desperté no con miedo sino confundida. ¿Por qué no me alejé?
Siempre temí a ese ser y ahora sin más me quiero acercar a verle la cara. ¡¿Qué clase de tonta soy?!
Creo que si me pondría a reflexionar este tipo de cosas desde un punto de vista “no paranoico” diría que una chica normal tiene estos problemas: enamorada del chico misterioso y sexy, media enamorada del viejo amor platónico. Supongo que es una etapa que toda chica pasa al enamorarse de cuanto hombre pasé por el frente.
Me avergüenza decir que entonces soy una chiflada al querer a todos los chicos para mí, aunque “todos” estos chicos solo sean dos: David y Peter. De alguna manera quería más a uno.
Soy una tonta porque ahora estoy saliendo con el chico que siempre quise. Se supone que no me debe importar David pero… es tan, tan como mi otra mitad. En cambio Peter es simplemente diferente, lo único bueno en esta relación es que me hace sentirla estable. Sin miedo.
Pero sinceramente, quiero algo que pueda amar con todo mi corazón y definitivamente Peter ya no importaba mucho.
Decidí ir a casa de Peter, no sé si a terminar todo esto.
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Creo que se sorprenderán con el capitulo que viene, hasta yo me sorprendí. xD
3 comentarios:
: O!!!!!
Que pasara!!! tienes que publicar mas seguido!!!! xD me encanta!!! :) estoy comiendome las uñas!!!
O.o, quede... loca!
espero el proximo ¿¡ Va a terminar con PeTer?! Wow
Publica pronto
Saludos Annalie
A ver¡
me encanta tu historia
me la eh leído toda
y tienes tres meses sin publicar?
Por favor sigue publicando.
SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII¡¡¡¡¡
Por favor.
Besos,Nadia.
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