Capitulo #19 "Orgullo y un callejón" (Parte 2)

—¿Sabes? Él no es tan lindo como parece… —dijo la chica rompiendo el silencio—. Me llamo Emma.

—Un gusto Emma. Jenyfer —sonreí. Aun no le soltaba la mano, y cuando fui consciente de eso, lo hice.

—David es guapo, pero es… no es normal. Siempre es como si tuviera algo escondido. A veces nos divertíamos. Pero en estos días saliendo con él estaba siempre impaciente. Todo el tiempo quería averiguar no sé qué. “Tengo que ir a…”, o se la pasaba hablando de lo mal chico que era Peter. Ya sabes, el de la universidad. Supongo que eres de la preparatoria o la universidad…

Asentí. —Salgo con él —dije.

—¡Oh, entonces tu eres la novia de Peter! ¡No sabes que envidiada eres! —dijo ahora con una gran sonrisa. Todo el sufrimiento que se veía en sus ojos hace momentos, había desaparecido.

—Si…

—Ah. Y entonces David lo único que hacía era ver hacia el vacío. Ahora era nuestro día, él lo prometió ¿sabes? Dijo que me iba a llevar a pasear, luego te vio y su cara se tornó totalmente extraña —dijo haciendo ademanes. Me interesó ver como cambiaba de tema tan fácil. Esta chica tenía un cierto problema con David: obsesión —. Te siguió en el carro guardando distancia. Lo más raro y tonto es que siento que podría perdonarle el cómo me habla, incluso el cómo me ignora. ¡Cuatro días saliendo y ni siquiera me ha besado!

Casi escupí todo lo que había dentro de mí. ¡¿No la había besado?!

—¡¿Qué?! —grité, no pude contenerlo.

—¡Si! Es tan a la antigua. Lo que le hace sexy… De todos modos, seguro debe ser fiel a algo, ¡yo que sé!

—Emma, te doy un consejo —ella asintió—. Aléjate de él. Sé que no es buena compañía, y creo que estarías mejor con alguien que en verdad te valore.

Emma estaba haciendo gestos. Luego me abrazó tan fuerte que pensé que me ahogaría. ¡¿Qué le pasa a esta chica?!

—Tal vez lo deje…

“Tal vez…” ¡¿Qué le pasa a esta chica?! En serio, y creí que yo estaba mal en muchos sentidos, pero ella me rebasa. Es como masoquista. Le gusta que el amor duela.

—Jenyfer, debo seguir de aquí yo sola —dijo viendo hacia ambos lados de la avenida por si venían carros. Extrañamente esta avenida estaba casi desierta, cuando en otros días esta tan abarrotada que parece circo.

—De acuerdo… Piensa en lo que te dije, mereces algo mejor —dije con entusiasmo. Emma levantó su brazo diciendo adiós con él.

Cansada, me senté en la acera. No sabía ni que decir por lo que había ocurrido. David podía ser un poco raro, pero con Emma había sonado cruel. Juraría que hasta lo disfrutó.

Divisé un carro negro a lo lejos. Sabía qué carro era ese exactamente.

Llegó tan rápido que ni siquiera memoricé lo que debía decirle.

—Súbete —dijo desde la ventanilla del auto.

No repliqué y lo hice. Aclararía su comportamiento.

El carro arrancó dejándome sin aire.

—¿Qué pensabas? —dijo con aire tranquilo. Eso era un avance, y muy grande.

—No todo es acerca de ti…

—¿Eso pensabas?

—No, te lo digo ahora. Esa chica, Emma, no se merece que la trates así —enfrenté.

—Es mi relación.

—Era.

—Oh, cierto, terminé con ella —dijo con una sonrisa—. Era una pesada. Siempre queriendo ir de aquí a allá conmigo…

—Tiene corazón —agaché la cabeza.

Él me miró extrañamente. ¿Sintió algo?

—¿Podrías llevarme al parque? —pregunté.

—Te llevaré directo a tu casa Jenyfer. Ahí te quedarás, no es bueno que andes por ahí sola.

Suficiente.

—No controlas mi vida —dije sin gritar. Sé que debía empezar a tomar una nueva actitud si quería que todo saliera bien—. Si quieres que alguien lo haga, dile a mis padres. Llévame al parque.

—Si quieres ir al parque entonces irás conmigo…

—No. No te necesito para respirar. Si alguien me mata por ahí, ya me tocaba —dije con brusquedad. Todo lo que estaba diciendo salía sin esfuerzo. Estaba hablando desde adentro.

—No te gustaría la muerte. Después de ella hay una eternidad sola.

—Deja de decir estupideces David.

Paró su coche justo en el parque. De antemano, era consciente que no me dejaría sola.

—Te gusta venir aquí —afirmó.

—A veces.

Volteé hacia él y se acercó tan rápido a mí que ni quiera pude parpadear.

—Bien —y me comenzó a besar.

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Kuroneko: Yo también a veces lo quiero matar pero… no sé, una parte de mí esta creando al chico de mis sueños (David), y así de malvado…